16/06/2012 - El pensador, que tenía 99 años, transitó
desde el marxismo hasta el catolicismo y acabó abrazando el islam.
Impulsó con su fundación el museo de la Torre de la Calahorra y la
Biblioteca Viva de Al-Ándalus
Durante algunos años su figura fue
habitual en las calles de Córdoba. En septiembre de 2001 sufrió un
derrame cerebral: sobrevivió pero su voz se apagó. El pasado miércoles, a
los 99 años, Roger Garaudy murió en su casa en las afueras de París,
según confirmó ayer a este diario María Sierra Yébenes, directora del
Museo de las Tres Culturas de la Torre de la Calahorra, uno de los
proyectos que el filósofo francés impulsó en Córdoba (la otra gran
realización fue la Biblioteca Viva de Al-Ándalus) con una fundación
creada en 1987 y consagrada a la fecundación recíproca de las culturas
de Oriente y Occidente. Su labor ha encontrado prolongación en la
Fundación Paradigma Córdoba.
Garaudy nació en Marsella en 1913, publicó más de 50 libros (entre los traducidos al español figuran El diálogo entre Oriente y Occidente, Palestina, Proyecto esperanza, La poesía vivida: Don Quijote y Los integrismos)
y convivió con la polémica en muchos momentos de su vida. Converso
múltiple, pasó del estalinismo al catolicismo (después de escribir
ensayos como Dios ha muerto), se convirtió al islam en los 80 y
en 1995 fue condenado por el Tribunal Correccional de París al pago de
una multa y seis meses de cárcel por la negación del Holocausto en su
obra Los mitos fundacionales del estado de Israel.
Doctor en Filosofía por la Sorbona,
Garaudy se afilió en 1933 al Partido Comunista Francés (PCF), del que
fue ideólogo y relevante dirigente. Formó parte del Comité Central y fue
miembro de la Asamblea Nacional y del Senado. Fundó y dirigió el Centro
de Estudios e Investigaciones Marxistas. En los años 60 empieza a
manifestarse su desencanto del comunismo, que le llevaría a adoptar unas
posiciones críticas que provocaron su expulsión del partido a comienzos
de los 70, acusado de “traicionar al marxismo”, ideología a la que
había dedicado diversos estudios.
“Yo tengo a Marx en la cabeza y a Jesús
en el corazón”, señaló Garaudy en una entrevista a este diario en
febrero de 2001 en la que subrayó que “durante cuatro siglos, entre el
IX y el XIII, Córdoba fue el centro cultural de Europa, en todos los
aspectos”. “La reorganización de la agricultura española partió de aquí.
Los árabes aportaron toda la cultura de Oriente y contribuyeron a crear
una civilización completamente nueva. Aquí, el islam adquirió un
carácter particular. Su toma de contacto con Occidente a través de
Al-Ándalus supuso un enriquecimiento para la cultura local y también
para la islámica. La convivencia de las tres religiones fue muy fecunda.
En Córdoba, por entonces, no había tres culturas, sino una que era
producto de la síntesis del Oriente con el Occidente”, indicó el
pensador, convencido de que “nada en España fue creado que no estuviera
inspirado en esta colaboración entre los cristianos, los musulmanes y
los judíos”.
Garaudy afirmaba que se mantenía fiel a
sus sueños de juventud. Y sin descanso hablaba de Córdoba: “Ser el
centro de la cultura europea, en aquella época, significaba
prácticamente serlo de la cultura mundial. El método experimental de la
ciencia moderna fue introducido por Córdoba. Durante el Renacimiento
italiano, Torricelli, el más grande ingeniero de hidráulica de la época,
recibió el encargo de reorganizar el sistema hídrico de Florencia y
envió un discípulo a Córdoba para que estudiara los métodos de
irrigación que durante esa época se utilizaban en España. Y así pasó con
la medicina, la técnica, la ciencia, la poesía. De aquí surgieron
manuales de medicina que se estudiaron durante muchos siglos en las
mejores universidades de Europa, cartas de navegación… Todos los
descubrimientos del Renacimiento europeo, gracias a Córdoba, existían en
España en el siglo XIII. Y en Italia comenzaron a utilizarse a partir
del XVI”. Para Córdoba tenía proyectado también un museo del agua que
nunca llegó a realizarse.
Fuente: El Día de Córdoba
Muere Roger Garaudy
TdE/Policía francesa confirmó el deceso de Roger Garaudy el sábado en las afueras de París.
El filósofo francés Roger Garaudy ,
polémico por sus teorías ideológicas y religiosas, falleció este sábado
en las afueras de París, a los 98 años de edad.
Confeso seguidor de la teoría y práctica
del seguidor de Stalin, por tres décadas, en 1970, es expulsado del
Partido Comunista Francés (PCF) luego de haber apoyado los
levantamientos estudiantiles de mayo de 1968 y tras haber condenado la
invasión soviética de Checoslovaquia. Ese año se convirtió al
catolicismo.
En 1996, publicó ‘Los mitos fundadores de
la política israelí’, que provocaron un juicio fallado en su contra por
un tribunal francés.
Garaudy sostuvo en esa obra la tesis del
“negacionismo” al considerar que los judíos habían exagerado el
holocausto durante la Segunda Guerra Mundial. Cabe indicar que en esa
guerra fue encarcelado en Argelia y luego de ser liberado recibió la
condecoración de país.
En vida, el intelectual gozó de
aceptación y se generó detractores por sus posiciones en torno a temas
como la fe, la religión, la política y el marxismo. Su obra, que lo
conforman cerca de una cincuentena de libros, abarca tantos ensayos y
novelas, y tuvo un gran atractivo entre grandes públicos.
Roger Garaudy es un hombre que no
sólo recorrió un largo camino sino que, en su andar intelectual, efectuó
un gran periplo que se inició en el catolicismo, pasó por el marxismo y
finalizó en el Islam.
Nació en Marsella, en el seno de una
familia humilde y trabajadora. Partiendo de allí, estudió filosofía y
llegó a poseer dos doctorados: uno de la Sorbona y otro de la
Universidad de Moscú.
Su primer militancia transcurrió en
la Acción Católica de cuyas juventudes llegó a ser el Presidente. Luego,
en 1933, se afilió al Partido Comunista francés, de cuyos comités
Central y Ejecutivo formó parte respectivamente desde 1945 y 1956 hasta
1970. Durante diez años, ocupó la Dirección del Centro de Estudios e
Investigaciones Marxistas siendo considerado como el más relevante
ideólogo marxista francés junto a Louis Althusser, con el que mantuvo
duras polémicas teóricas. Se destacó por sus intentos de conciliación
entre el marxismo y el humanismo cristiano, con cuyos representantes más
calificados mantuvo diálogos públicos.
A partir de 1968, con motivo de los
sucesos de mayo de 1968 y la Primavera de Praga en Checoslovaquia, sus
divergencias con el PC francés resultaron cada vez más notorias y
provocaron su expulsión del partido en 1970. En 1981 se presentó como
independiente a las elecciones presidenciales francesas.
Tras buscar el diálogo entre
cristianos y marxistas, se desilusionó de la deriva cultural de
Occidente. Luego de contraer matrimonio con la palestina Salma Farouqui,
impulsó el diálogo entre las religiones abrahámicas convirtiéndose al
Islam en 1982 y afirmando que el Islam es la más ecuménica de las
religiones puesto que no establece separación entre la fe y la política,
la razón y la fe, la justicia, los negocios, la familia y la fe.
En 1998, Garaudy fue condenado por el
Tribunal Correccional de París por el delito de “negación de crimen
contra la humanidad” y “difamación racial”, siendo sentenciado al pago
de una multa de 130.000 francos a causa de las opiniones vertidas en su
obra Los mitos fundacionales del Estado de Israel que aquí se publica.
En realidad, estas ideas ya habían sido esbozadas en su obra Palestina,
tierra de los mensajes divinos publicado en 1986 en Francia.
Ante el recurso presentado, fue condenado en 1999 a seis meses de cárcel con suspensión de pena y una multa de 150.000 francos.
Obras
Les sources françaises du socialisme scientifique (1948)
La liberté (1955), Perspectives de l’homme (1959)
Dieu est mort, étude sur Hegel (1962)
D’un réalisme sans rivages (1963)
Karl Marx (1964)
De l’anathème au dialogue (1965)
Marxisme du XXe siècle (1966)
La pensée de Hegel (1966)
Peut-on être communiste aujourd’hui? (1968)
La alternativa (L´alternative) (1972). Traducida por José María Llanos y Gregorio Peces-Barba.
Palabra de hombre
Una nueva civilización (El proyecto Esperanza), (Le Projet Espérance) (1976)
Palestina, tierra de los mensajes divinos (1986).
Mon tour de siècle en solitaire (libro de memorias, 1989)
Integrismes (1990)
Los mitos fundacionales del Estado de Israel (1995-96)
Fuente: Tribuna de Europa
Extraído de: Cultura Transversal
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