por Rasul Gudarzi - Hace diez años el pretexto de la existencia de armas de destrucción
masiva y Al-Qaeda causaron una nueva tragedia humana, es decir, la
guerra de Irak y la muerte de al menos 112 mil civiles.
El 16 de marzo de 2003 el presidente estadounidense George W. Bush,
se reúne con sus homólogos de España, José María Aznar, y los primeros
ministros de Reino Unido, Tony Blair, y de Portugal, José Manuel Durão
Barroso y ahí deciden lanzar una guerra contra Irak, algo que nunca
pensarían que fuera sus gran fracaso.
La administración estadounidense afirmaba que Irak poseía armas de
destrucción masiva y tenía lazos firmes con Al-Qaeda, armas y vínculos
que nunca fueron encontrados.
Occidente encabezado por Estados Unidos invadió Irak, bajo el
pretexto de combatir el terrorismo y derrocar a Sadam Husein, quien fue
uno de los elementos subordinados a las superpotencias en la región que
ya su fecha de uso había expirado y se había convertido en una pieza
quemada para ellos. Sin embargo, las consecuencias que ha tenido esta
invasión fueron muy graves para la población iraquí, ya que a parte de
la matanza de civiles, muchos resultaron heridos o enfermaron, debido a
los daños ocasionados a la infraestructura de salud, al tiempo que unos
cinco millones se vieron obligados a desplazarse.
Gran Fracaso de Occidente en Irak
El ataque a Irak tenía como objetivo crear una base en Oriente Medio
para Occidente y acceder a la inmensa cantidad de petróleo que posee
este país en un corto plazo, algo que no solo no se cumplió sino
conllevó enormes gastos humanos y financieros para los promotores de
esta guerra.
Esta invasión además de sus enormes gastos para EE.UU. y sus
aliados, es considerada como un gran fracaso para esta coalición, ya que
no se cumplió para nada el objetivo de este ataque, como alegan, el
establecimiento de seguridad.
La invasión a Irak dejó más de 4480 bajas para la coalición, la
mayoría estadounidenses. A parte de las pérdidas humanas, el ataque
conllevó inmensos gastos para esta coalición.
Un reciente estudio revela que la guerra en Irak, ha costado más de
dos billones de dólares, añadiendo también unos 490 millones de dólares
como recompensa para los veteranos de guerra.
El informe que ha sido publicado por el Instituto de Watson de
Estudios Internacionales de la Universidad Brown declaró que el valor
del dinero dedicado a los veteranos puede elevarse a seis billones de
dólares en los próximos cuarenta años si se incluye también el interés.
Esto es mientras, la mayoría de los países occidentales se encuentra
en una profunda crisis económica, y vive protestas antigubernamentales
de manera diaria. Algo que se siente notablemente en el conjunto de la
Unión Europea, especialmente España. El mismo EE.UU. se enfrenta a una
profunda crisis de desempleo y económica; según la Nueva Escuela de
Investigación Social, el 40 % de los ahorros de los estadounidenses ha
sido gastado o ha perdido su valor debido a la crisis económica, y todo
ello empeora la situación para los futuros jubilados.
Torturas y violaciones de DDHH
La bala no fue la única cosa que mataba a los iraquíes, sino la
tortura y el maltrato autorizado por el Pentágono también cobraba la
vida de iraquíes. De acuerdo con el diario británico “The Guardian”, el
Pentágono financió y envió veteranos de guerra a supervisar las torturas
realizadas en las temidas y secretas prisiones en Irak, donde eran
frecuentes las torturas organizadas.
Según este rotativo, los veteranos norteamericanos estuvieron detrás
de las actividades antihumanas desarrolladas por las fuerzas iraquíes
en los centros de detención clandestinos, construidos durante la
ocupación de ese país árabe en 2003.
Cabe recordar que en 2010 Wikileaks, difundió unos 400 mil cables
del Gobierno estadounidense sobre la guerra de Irak. Entre ellos
aparecían un mar de fotos, vídeos e informes sobre torturas, abusos y
malos tratos cometidos por tropas de Ocupación contra iraquíes. Todo
esto se llevó a cabo mientras Occidente alega la defensa de derechos
humanos y acusa a otros países al respecto.
Una guerra que nunca contó con el apoyo de los pueblos
El mismo día en el que los mandatarios de EE.UU., Portugal, España y
Reino Unido se reunieron para decidir sobre la guerra, miles de
personas llenaron las calles de Portugal para evitar la guerra de Irak.
Tras el inicio de la guerra, las protestas “anti-guerras” se
convirtió en un acto casi diario en Occidente, especialmente en EE.UU.
Los manifestantes afirman que, como estadounidenses, se sienten
obligados a anunciar al mundo que están en contra de la política del
Gobierno de su país e hicieron llamamiento a la autodeterminación de los
pueblos de Irak y Afganistán.
Ante esta situación el ex Secretario de Defensa de EE.UU., Donald
Rumsfeld, en vísperas de la publicación de su autobiografía, aseguró que
no siente ningún remordimiento por haber iniciado la guerra en Irak,
algo repetido en reiteradas veces por las autoridades estadounidenses.
Conclusión
La historia ha dado a conocer que las superpotencias siempre busca
un pretexto para justificar sus injerencias militares y políticas sea
alegado para establecer seguridad o sea luchar contra el terrorismo.
Razón por la cual, el Imperialismo desencadenará más guerras en el mundo
para satisfacer sus necesidades, tal como invadieron Libia, por su
petróleo y agua dulce, ahora Malí por su oro y uranio y muchos otros
países que han sido víctimas del egoísmo de este sistema hegemónico.
Tal vez, algún día Irak, Libia, Afganistán y Malí pueden recuperarse
y alejado del sonido de balas y bombas siga su vida cotidiana.
Fuente: HispanTV
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