jueves, 21 de marzo de 2013

Sanciones a Irán, nudo gordiano de Occidente

por Rodney Shakespeare -Cuando leí que otra autodenominada Organización no Gubernamental afirmaba ser "independiente", eché mano de mi diccionario. ‘Independiente’, según el diccionario, significa ‘libre de la influencia, orientación o control de otra u otras personas, no se rigen por una potencia extranjera; autogobierno’, el cual no es ciertamente el caso del Grupo Internacional de Crisis.

El grupo es una ONG grande con ciento cincuenta y cuatro empleados en todo el mundo. Se llama ‘independiente’, pero luego publica sesenta páginas ambiguas, engañosas y embaucadoras de un informe sobre las sanciones contra Irán (Tela de araña: El hacer y deshacer de las sanciones a Irán), donde expresa que la situación es muy complicada y casi imposible de desenredar.

Ahora bien, usted podría pensar que sesenta páginas densamente escritas tienen espacio suficiente para hacer referencia a al menos alguno de los dos temas que importan:

- ¿Está Irán fabricando una bomba atómica?
- ¿Por qué nadie discute sobre las 300 o más armas atómicas de Israel, incluyendo bombas de hidrógeno?

Sin embargo, preocupado por estas astutas formas de indicar que Irán está fabricando una bomba, a pesar de haber reconocido su derecho legal de tener un programa civil de energía nuclear, el grupo pasa por alto estas cosas. Por lo tanto, no se ha escuchado que las dieciséis agencias de inteligencia estadounidenses digan que Irán no está haciendo una bomba atómica. (¿Es posible que un país en su sano juicio tenga dieciséis agencias de inteligencia? Probablemente no, pero dieciséis son dieciséis sin importar como se mire.)

El grupo tampoco escuchó que la Agencia Internacional de Energía Atómica (que, lejos de ser independiente, está plagada de espías) es el órgano que realmente inspecciona Irán y que ésta, también, dice que no está construyendo una bomba atómica. Pero, a través del informe, la asunción básica del grupo es que es una buena cosa para tratar de controlar a Irán (que está actuando totalmente dentro de la ley y del Tratado de No Proliferación) y una mala cosa para mencionar alguna vez a Israel, el que, sin dudas, aún no ha firmado el Tratado de No Proliferación, y es tan peligroso como el perro de presa jamás visto. Además, el informe no trata el tema de que Israel tiene cientos de armas atómicas, incluyendo bombas de hidrógeno (más el desagradable hecho de que los misiles balísticos de submarinos atómicos Dolphin, de Israel, están dirigidos hacia las capitales europeas e incluso hacia importantes ciudades de los EE.UU., por lo que uno se pregunta cuándo los ciudadanos estadounidenses se van a dar cuenta de que a Israel, en el fondo, no le interesan los Estados Unidos...)

Por otra parte, el informe olvida convenientemente que en mayo de 2010, el presidente estadounidense, Obama, exigió, por escrito, que Irán se comprometiera a enviar su uranio fuera del país para ser enriquecido al 20%, y luego traído de vuelta al país persa. Irán, apoyado por Brasil y Turquía, aceptó la exigencia, ¡sólo para percatarse de que los EE.UU. rechazaron de inmediato su propia demanda! Esto ocurrió, por supuesto, porque el verdadero propósito de la presión y las sanciones contra Irán es tratar de destruir un país que tiene las agallas para decir que se opone a la expansión sin fin del Israel sionista.

En todo el reporte aparece la preocupación sobre lo que podría o no podría tener éxito en el cambio de comportamiento de Irán. Nunca se considera si, en primer lugar, el comportamiento de Occidente es erróneo. Por ejemplo, al no reconocer que la intervención de Occidente en Irán en 1953 perseguía derrocar la democracia, el informe sólo se refiere a la eficacia de las sanciones británicas en ese momento, más que al hecho de que la intervención contradecía todo lo que Occidente supuestamente representa.

Entonces, la conclusión tiene que ser que si las sanciones fueran efectivas, el informe las estaría apoyando de manera entusiasta. Sin embargo, en una forma torpe de actuar, el informe reconoce que las sanciones no están teniendo el efecto que Occidente quiere. No obstante, éste parece constitucionalmente incapaz de decir que lo más sensato sería reconocer la legalidad de la posición de Irán, eliminar todas las sanciones, y entonces comportarse como se supone que deban hacer los adultos. Es como si existiera un rayo de luz, en algún lugar, en el fondo de la mente del Grupo de Crisis, pero el sionismo que lo gobierna impide que la luz se estabilice y consolide como un firme pilar.

También, el informe reconoce que las sanciones contra Irán están creando grandes distorsiones económicas en todo Oriente Medio. Además de que son una parte fundamental de las profundas fuerzas políticas que están desestabilizando a los amigos autocráticos de Occidente, por ejemplo, en Arabia Saudita. En resumen, al imponer sanciones contra Irán, Occidente se está dañando a sí mismo.

Por tanto, todavía se pudiera ver un informe en el futuro, que diga que las sanciones de Occidente nunca lograrán el impacto deseado. De hecho, en lugar de aplastar a Irán, las sanciones están acentuando la desviación del poder económico lejos de Occidente, dado que Irán se ve forzado a integrarse en grupos y acuerdos cada vez más regionales, los cuales tienen el efecto de ir debilitando el poder económico y político occidental y minar la posición de sus viciosos y totalitarios aliados en Medio Oriente.

Ciertamente, en lugar de algún futuro informe titulado ‘Tela de araña’, supuestamente difícil de desenredar, podría llamarse ‘Corte al nudo gordiano’, en el que un golpe (el levantamiento de todas las sanciones) resuelve de una vez un problema complicado.

ybm/
Fuente: HispanTV

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