por Alexander Dugin –
Entre Rusia e Irán tiene que desarrollarse una asociación estratégica,
que en el futuro debe evolucionar sobre estas directivas:
1. Directiva geopolítica. Si nos fijamos
en la estructura de los intereses estratégicos de Rusia e Irán sobre
toda la superficie de nuestras fronteras comunes, vemos claramente la
siguiente imagen: los intereses ruso-iraníes casi siempre y en todas
partes son los mismos. En Afganistán, Asia Central, la región del
Caspio, el Cáucaso meridional – tenemos rigurosamente los mismos
objetivos: prevenir el crecimiento de la influencia de la OTAN (EEUU y
Europa Occidental), limitar la posible expansión del poder chino,
detener el radicalismo salafista y wahabita centrado en Arabia Saudita,
Qatar y ciertos círculos en Pakistán. Tanto Rusia como Irán apoyan a
Armenia, pero Rusia e Irán también están interesados en el
acercamiento a Azerbaiyán. Tanto Rusia como Irán se beneficiarían de la
caída del títere de los EEUU Saakashvili en Georgia, y del advenimiento
de una política más racional y equilibrada. Tanto Rusia como Irán darían
la bienvenida a la reorientación de Turquía en clave geopolítica
euroasiática. E incluso en el Medio Oriente, donde Rusia actúa
indirectamente, e Irán, por el contrario, tiene un interés vital, hoy
estamos en pleno acuerdo sobre la cuestión de Siria, y eso significa que
compartimos la posición (crítica) hacia Turquía, Arabia Saudita, Qatar e
Israel. Al mismo tiempo, con la alianza con Irán, Rusia estará en
condición de realizar el viejo sueño de su geopolítica: el acceso a los
mares cálidos. Hoy en día existe la posibilidad de un giro histórico en
este sentido.
2. Directiva sensible a las relaciones
internacionales. Rusia e Irán están a favor de un orden mundial
multipolar. Putin y Ahmadinejad criticaron fuertemente la unipolaridad
de Occidente, este último quisiera negar el derecho a decidir para toda
la humanidad. La política de ambos países está a favor de un mundo
multipolar. De este modo, los dos países tienen un interés vital
orientado a la creación de un mundo multipolar contra la hegemonía
estadounidense. Desarrollar entonces una “Teoría de un mundo multipolar”
es muy importante para Rusia e Irán.
3. Directiva ideológica. La estructura
política iraní no coincide con ninguna de las ideologías políticas
clásicas de Occidente en los tiempos modernos. No es liberalismo, no es
comunismo, ni siquiera es nacionalismo. Por lo tanto, la filosofía
política del Irán moderno está más allá de estas tres ideologías, en el
cauce de la “cuarta ideología”. En este sentido, es importante que mi
libro “La Cuarta Teoría Política” haya sido traducido al persa y
publicado recientemente en Teherán. La Rusia moderna está en una
situación similar: el comunismo y el liberalismo están desacreditados,
el nacionalismo va a conducir a la desintegración de la sociedad
multiétnica en Rusia. En el futuro, también Rusia se mueve en el campo
de la “cuarta teoría política”. Lo que nos une y facilita nuestro
trabajo.
4. Directiva económica. Irán y Rusia
comparten un interés en socavar la hegemonía de los Estados Unidos en la
economía, así como sobre el dólar. Nuestros países trabajan por el fin
del imperialismo y de la dictadura de las finanzas globales. Unir las
fuerzas en el campo de la energía transformaría nuestros países en una
potencia energética de importancia mundial. Por otra parte, Irán y Rusia
están interesados en salir de la zona dólar y se dedican a la
creación de la moneda euroasiática. Rusia debe ayudar a Irán a romper el
sofocante bloqueo económico. En economía, nuestros intereses son
absolutamente idénticos.
5. Directiva espiritual. Durante mi
estancia en la ciudad santa chií de Qom, en una conversación con el
Ayatolá Hamedani (1), noté que usó el término “cultura de la espera”,
“farhange entezor” (en persa) . La idea era que el significado
espiritual de la religiosidad en Irán se debe a la expectativa del
Mahdi, el Salvador del mundo, que pondrá fin a la opresión, al
capitalismo, a la dominación de Occidente y llenará el mundo de
justicia. El Ayatolá Hamedani también habló de las creencias de los
chiítas ortodoxos, que están esperando el tiempo de la Segunda Venida, y
de que, de acuerdo a las tradiciones del Profeta, en la batalla final,
los musulmanes y los cristianos están en el mismo lado contra las hordas
del Anticristo (el atlantismo, los Estados Unidos, la globalización). Y
que todo se decidirá, siempre según la tradición islámica, en Damasco.
Esta “cultura de la espera” une a nuestros pueblos y crea en nuestra
sociedad una perspectiva debida a una visión del mundo que ve el
propósito de la vida no en las riquezas materiales, sino en la
realización del gran objetivo -el triunfo de la verdad, el bien y la
justicia. Nuestra lucha es por un futuro mejor, contra la injusticia y
la corrupción en las que nos encontramos hoy.
( 1 ) El Ayatolá Noori Hamedani es uno de los más importantes sabios religiosos de Irán y del mundo chií.
(Traducción de la Cuarta Teoría Política en español)
Fuente: The Fourth Political Theory
Extraído de: La Cuarta Teoría Política en español
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